La casa paterna de Sarmiento en San Juan fue y sigue siendo un santuario de la educación.
Pocos hubieran imaginado que la humilde vivienda de Doña Paula: la misma que construyera con sus propios recursos y apenas con la ayuda de dos esclavos, alojaría en la preclara atmósfera de sus espacios interiores tanta energía creativa y tantos sueños pedagógicos de una familia paradigmática en los albores de la Independencia... Continuar leyendo